domingo, 14 de noviembre de 2021

Caricias a Trilce

Llegamos a Trilce sonriendo, cómo en un paseo de comparsas, cantando y bullisiosos giramos en torno a su topografía. Acariciando sus aristas. Consumiendo todo su humo. 
Llegamos a Trilce desconcertados, incapaces de entenderlo todo, sin explicación, como turista. Era un yogi sin maestro. Vagabundo inexperto. Y lo recorrimos despacio, subiendo a paso de apuno, mascando la coca, bebiendo la saratoga. No hice preguntas y me deje transitar por el paisaje de Perú. 
Estoy en Trilce, atrapado. Cómo si el lenguaje que poseo, fortuito desaparece. 

No hay comentarios: