Hay días de mi vida que me llega una idea, un pensamiento a mi mente, y me aferro a el por que se ira en cuanto la mas ligera brisa llame mi atención, hay días que el cielo resulta de un azul mas azul al verlo directamente y se hace tan azul que ciega.
Hay días en que pienso que la vida se me ira esperando una idea y es por eso que me aferro a la primera que entra en mi, me dejo cegar, me nublo y dejo de ver el azul del cielo. La ceguera se ha ido junto con la idea.
Ya no me enamorare de lo que no es posible que sea yo, ya no mas amor por el tiempo que se escurre entre mis brazos, ya no mas amor por las aves que vuelan dentro de mi cabeza. Llego el momento de comenzar a amar la vida.
Lo siento por ti, luz de luna, porque ahora ya no me dejare segar por tu brillo.
Dedicado a la mujer que me hizo perder la cabeza sin siquiera conocer, como si a alguien pudiera conocer.
Por cierto ¿Qué es conocer?
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