Hola
Espero que te encuentres bien, gozando de buena salud y los días que transcurren te sean plenos y benditos por el gran universo.
Te escribo para contarte algunos eventos que me han estado ocurriendo, y de los cuales desconfió o quedo un poco confundido después de que he sido testigo de ellos. Te lo cuento como testimonio y espero que algo de ello quede grabado en la sabiduría familiar con el paso de las décadas.
Como bien sabes, el siglo, el país, la época y la vida misma, no resulta fácil durante esta contemporaneidad. Ya antes se dijo y se seguirá diciendo perenne: "la peor época para vivir es nuestra época." No me detendré en pormenores que ya conoces de antemano, como es la violencia generalizada, y todas esas cosas. La impresión que intento comunicarte esta vez va más allá de mi comprensión, por ello me resulta tan confusa. No es mi intención perturbarte con mis pachequedas, sino afirmarme un poco a mis anclajes, familiares sobre todo, para restituir mi existencia y mi continuidad en este plano. La razón es la siguiente: ya no estoy seguro de lo que como, de que lo que ingiero sean los alimentos que se me presentan como tal, que las manzanas ya no son manzanas, o la leche ya no es leche ni el helado helado, ni el atún atún y así los alimentos quien sabrá cuales pero yo ya dudo.
Me explico: cuando como un pollo por ejemplo, pienso en el olor, el color y el sabor del pollo. Pero eso que mi cerebro registra como pollo; ¿aun lo es?¿desde cuando dejo de serlo? ¿alguna vez llegue a comer realmente pollo o como es que se que ese olor, sabor y color de lo que yo llamo pollo alguna vez lo fue? Y sé que en las granjas pintan los pollos y los inyectan y en ocho semanas algo parecido a lo que yo entendía era un pollo, esta listo para ser consumido como carne de pollo con su olor, sabor y color característicos pero igual ya modificados.
La otra tarde compre un helado, era grande y no me lo pude terminar. Me quede dormido y el helado quedo ahí nomas fuera de refrigeración toda una tarde. Desperté, fui a trabajar y cuando volví me comí el helado. No se había derretido lo mas mínimo. El atún que venden en los supermercados esta lleno de soya y la leche ya no se hierve o se refrigera, a medio ambiente esta lista y no se descompone.
Con esos ejemplos que ahora recuerdo, espero aclarar el desasosiego que ahora se ha apoderado de mi. Agradezco tu atención y espero pronto leer tu apreciación hacia mi inquietud. Me despido de ti bendiciéndote a ti y a toda la familia, y aclarándote que aun con el pesimismo que puedas leerme, me encuentro bien, sé que el animo me lo tengo que forjar día con día y eso me hace sonreírle al universo diariamente.
Te ama, tu hermano Jorge..
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