Vino dormidera

I
El veinte veinte reposaba como un trompo en pleno salto cuántico
y la nación se dirigía a una cascada de crack y guerra civil.
Las noticias sumergían la realidad en acumulación de hechos,
los signos emigraban dentro de guetos y villas,
las sonrisas bálsamos ilegales,
las uñas cualidades del trabajo.
Descalzo atravesé la ciudad,
siguiendo la sombra penumbraseductora
y los atardeceres se volvieron webos estrellados
aderezados con orégano.

II
Después de la noche luna de nieve
todo era confuso
o antes de la noche esa con lunes blancos;
el mundo era ya un caos
y nos abrigamos entre sudor y drogas.
La guerra era continua:
la guerra cotidiana,
guerra despiadadadesalmada
guerra contra uno mismo y guerra contra todo.
Corría la sangre e incertidumbre;
y otra vez bálsamo María Juana.
Pintamos el cielo rosado
con aquellos charcos de sangre
donde brincamos en nuestra infancia
y luego usamos los filtros del "buen decir"
las "políticas correctas"
o la "ortografía".

III
Fue para madrugar y terminar lo que no habría terminado en bastantes amaneceres continuos
con la emotividad ausente de abrocharse las cintas de unas zapatillas rojas
y prepararse a dar un paso tras otro,
el primero el más próximo,
el siguiente y luego varios otros varios ninguno varios hasta algún lado hasta algún final;
que va más el destino camino sobre caminodestino: la vida misma;
paracetamol, fin del camino, rutina Thanatos.

IV
Resolver el rompecabezas de la identidad existencia
y luego devenir:
sujeto, objeto, ente, presencia, café, amor y pasto seco
o incluso cerveza diaria,
mezcal de fin de semana
vodka de frió o fiesta,
whisky cansancio y opulencia
ginebra trabajo y plenitud,
ron pirata y en las rocas,
pulque tradición indigenista
tequila mexicano desgastado,
licores herbales de viejo o fechas especiales
y el vino dormidera
vino circulación sanguínea
vino dormidera tempranillo
vino cabernet sauvignon,
vinodulcessueñosagridulceacidoamargoyperfumeherbalverdealfinaluva.

V
Cuando algo se termina otra historia comienza.